La biodegradación es el proceso por el que los microorganismos (bacterias, hongos y algas) descomponen su materia orgánica en fragmentos más pequeños y sencillos. La materia orgánica proporciona a las bacterias la energía y los elementos estructurales necesarios para formar nuevas bacterias. Cuando la biodegradación es completa, los productos finales quedan reducidos casi a dióxido de carbono y agua.

Todos nuestros detergentes son fácilmente biodegradados y cumplen las Directivas EEC de biodegradabilidad de los detergentes y la nueva Norma nº 648/2004 sobre detergentes de la UE.

En el transcurso de un día, es probable que muchas personas de todo el mundo usen algunos de nuestros productos. Usted puede usar la pasta de dientes Blend-a-med para su higiene dental, lavarse la cabeza con champú Pantene, usar detergente Ariel para su colada y el lavavajillas líquido Fairy para fregar. Una vez que ha utilizado estos productos, el agua usada escapa por el desagüe. ¿Pero dónde van las sustancias químicas? ¿Acaban llegando al medio ambiente? ¿En el océano? ¿Estarán circulando durante una o dos semanas? ¿Se incorporan a la cadena alimentaria? ¿Hay alguien que se preocupe por estas cuestiones?

Cuando nos sentamos y pensamos en ello, surgen gran cantidad de preguntas sobre los productos P&G que usamos y su posterior destino. A esto lo denominamos el estudio del "destino del ingrediente". Las preguntas clave sobre el destino que los científicos tratan de comprender son las siguientes:

• ¿Adónde va el producto?
• ¿En qué cantidad llega?
• ¿Cuánto tiempo permanece ahí?
• ¿Qué sucede mientras continúa estando ahí?

Muchos productos utilizados por el consumidor se eliminan por el desagüe después de su uso. Estos productos y los ingredientes que los componen viajan a través del alcantarillado hasta la planta de tratamiento de aguas residuales local, donde varios procesos actúan sobre ellos. Incluso después de tratados, algunos de los ingredientes de algún producto pueden aún alcanzar el medio ambiente.

Para estudiar el destino de un ingrediente, generalmente comenzamos con herramientas informáticas para predecir sus propiedades químicas. Esta información se combina con datos medidos y con la cantidad de ingrediente usado. A continuación, un modelo de simulación informático predice las concentraciones de nuestros ingredientes que se encontrarán en cada compartimento medioambiental: suelo, agua, aguas subterráneas, sedimentos y atmósfera.

Para asegurarnos de que estos modelos son exactos, efectuamos estudios de monitorización para verificar la predicción realizada por los modelos de forma que podamos utilizar los modelos en futuras predicciones con más seguridad.